Mi ventana al mundo (5): Lo sustancial frente a lo accidental en el sistema capitalista

Warren Buffet dijo que las crisis son los mejores momentos para enriquecerse.

Se produce la crisis de 2008 que afecta a las hipotecas del sector inmobiliario.

¿Cómo se produce?

Los hipotecados no pueden pagar sus hipotecas y se producen impagos.

Los bancos se hacen propietarios de las viviendas hipotecadas.

Los hipotecados pierden todo el dinero pagado hasta ese momento a los bancos y la vivienda.

Hay un exceso de vivienda en el mercado.

Los precios de las viviendas en consecuencia caen y por ello, el valor de las mismas.

Al caer el valor de las viviendas en general, el valor de las viviendas en manos de los bancos cae y en consecuencia se disminuye el activo de los bancos, lo que tienen, muy por debajo del pasivo, lo que deben.

Esto provoca que los bancos entren en quiebra y que el Estado tenga que rescatarlos aportando ingentes sumas de dinero.

Los bancos encuentran en los fondos de inversión a sus principales compradores de viviendas y empiezan a vendérselas. Los fondos de inversión las compran a precios muy bajos.

La propiedad de esas viviendas pasa de los bancos a los fondos de inversión. Este cambio lleva aparejado que las condiciones de los alquileres de esas viviendas cambien en perjuicio de los arrendatarios.

Por último, los fondos de inversión esperan unos años a que las viviendas se revaloricen y las venden a un precio muy superior del que las adquirieron.

Está lo sustancial y lo accidental. Está lo legal y lo legítimo

La situación antes descrita es sustancial al sistema capitalista, no accidental y luego es legal, pero no legítima.

Como es ilegítima es irrelevante que sea legal.

Cualquier caso de corrupción, sea del signo político que sea, es accidental al sistema capitalista, no sustancial. No importa tanto su naturaleza ilegal, en tanto que no es sustancial al sistema capitalista

Por lo tanto hay que discutir en el marco sustancial – accidental, y no en el legal – ilegal y esto los intelectuales y dirigentes de izquierda no lo han fijado con claridad en la lucha ideológica.

NOTA: Las reflexiones en las que se basa esta sección son fruto del trabajo intelectual de Francisco Umpiérrez Sánchez.

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